Para equilibrar el campo energético necesitamos habitar el cuerpo físico
La materia
es energía densificada, decimos que somos energía, energía en diversos estados.
Es fundamental
unir el espíritu y la materia en nuestra conciencia cotidiana
Nos
trasmite el maestro Mircea Eliade…Los antiguos sanadores shamanes, se
elevaban al cielo para buscar el alma de los enfermos y devolvérselas a sus
cuerpos…porque sabían, que las enfermedades se provocaban, por la pérdida del
alma
Muchas veces
creemos estar en el cuerpo físico y sin embargo estamos separados, separadas
Separados
del alma…
Ir al cuerpo
nos permite reconocer al alma, escucharla, integrarla, en cada órgano en cada
hueso esta su esencia
Necesitamos
reconocer que estamos en la tierra en una existencia física. La existencia, no es
solo lo que pensamos, lo que imaginamos, o las emociones que sentimos.
La separación
del cuerpo, (cuando la conciencia no habita en él), nos provoca muchas
dificultades
Sentimos dolor
en el cuerpo y en vez de penetrar en el dolor para transformarlo, nos separamos
y delegamos nuestra salud, para que otros resuelvan ese dolor.
Al cuerpo
es necesario habitarlo cotidianamente, así también activamos la memoria
corporal
La mente
consciente, no puede estar separada de la materia
Una práctica
simple es reconocer los apoyos del cuerpo, sentir los apoyos, respirar en ellos
Nuestra
mente de esta manera mueve la energía, hacia los pies, la base pélvica, isquiones,
pubis coxis, y si estamos acostadas omoplatos cabeza, talones
La conexión
consciente con el cuerpo físico nos ayuda a concentrar la mente, poner atención
en los apoyos nos permite entre otras cosas, conectar con los huesos y con la energía
que trasmitimos a la tierra y recibimos de ella.
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