La palabra
en la sanación, Silvia Diehl, Julio 2025
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La palabra nos sana y sanamos con ella
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Las palabras en los encuentros no están guionadas
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Nacen aparecen desde el campo energético compartido
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Es muy importante corrernos de prejuicios, de creencias
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Ser inofensivos, estar atentos a no dañar
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Y a lo que nos va pasando en nuestro interior
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Las palabras así nacen de una voz interior compartida
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Sutilizar el cuerpo para sentir lo que estamos transmitiendo.
La palabra en un encuentro de sanación no tiene un guion, no está
previamente estudiada.
La palabra es, por supuesto, sumamente importante para transmitir y también
para mover energía.
Nosotros
movemos energías de distintas maneras, y una de ellas es a través de las
informaciones que trasmitimos.
Las
palabras son vibraciones que provocan movimientos tanto cuando escuchamos como
cuando emitimos las palabras.
Las
vibraciones, que se provocan por los sonidos, van reverberando en los campos
energéticos. Por eso es tan importante la in ofensividad, al hablar, pero también
al pensar. Podemos estar diciendo palabras que suenan muy amables, pero están
cargadas de sensaciones y emociones que por supuestos llegan a través de los
sonidos emitidos, aunque no sean dichos expresamente.
Hay un
campo que se sincroniza en los encuentros
Las palabras
no pueden ser dichas desde una intención personal, no tendría sentido, no es
una cuestión de lo que pueda pensar sobre esto o aquello. Eliminar los
prejuicios es una de los valores importantísimos para poder ayudar, eliminar
prejuicios sobre la persona, sus creencias o valores sobre la vida, es decir
los planos conceptuales, ya que el campo de otro ser es tan amplio y variado
que no podemos circunscribirlo a nuestros propios criterios o nuestras ideologías.
Aunque por
supuesto estamos mirando, escuchando, observando desde nosotros mismos, desde
nuestro propio ser, Por eso de alguna manera las personas que van llegando están
vinculadas a algo que les puede aportar y también a las posibilidades de lo que
se puede recibir en el espacio compartido.
Pero entonces
la palabra, ¿cómo surge?
Hay una
preparación del propio cuerpo que se va haciendo más sutil y perceptivo,
podemos darnos cuenta cuando estamos utilizando la palabra desde un sentido
profundo, que nace de la interacción en el encuentro, donde casi podemos
escuchar un poquito antes las palabras que vamos a decir y también sentir si
son dichas desde esa comunión de energías o es mi propia idea separada de la
otra persona
O sea,
antes que nosotros hablemos, ya sabemos, sentimos lo que vamos a decir, pero no
como pensamiento estructurado sino como una sensación. Inclusive si tenemos dudas podemos entrar en
un estado de silencio y percibir si necesitamos decir eso o no.
Percibimos
como señales internas que nos guían
Por
supuesto que nos podemos equivocar, podemos decir de más o podemos decir de
menos. Eso es parte de los procesos que vamos viviendo, pero en realidad, la
confianza de que lo que estamos diciendo tiene sentido es porque no es
solamente una voz personal, es algo más profundo e interno.
Esto a
veces es difícil de transmitir, pero uno siente que eso que está diciendo es lo
que tiene que decir y a veces ni sabemos de dónde viene. ¿Cómo se me ocurrió
eso, por qué dije eso? ¿De qué manera apareció? Surge así el misterio de lo que
son las energías que se están moviendo
Por eso
prepararnos, sutilizarnos, sanar nuestro ser, todos los días en cada instante
es fundamental para poder ayudar a otros seres. y en ese sentido estar siempre
preparados para hacer el bien, y por supuesto practicar la in-ofensividad en la
palabra y en los pensamientos para que cada acción sea limpia, o lo más limpia
posible, para los demás y para nosotros mismos.